Reseña de Funny Games


 

Año: 1997

Duración: 108 minutos 

Género: Thriller, Drama, Crimen 

País de origen: Austria 

Dirigida por: Michael Haneke 

Escrita por: Michael Haneke 

Actuaciones principales: Arno Frisch, Frank Giering, Susanne Lothar, Ulrich Mühe, Stefan Clapczynski

Sinopsis: Una familia compuesta por padre, madre e hijo, van a vacacionar por unos días en una cabaña. Horas más tarde, dos jóvenes irrumpen al hogar pidiéndoles que les regalen unos huevos, según ellos de parte de un vecino. Sin embargo, la verdadera intención de ellos es muy diferente. Desde el momento en que entran a la casa ejercen control sobre ella y los habitantes forzándolos a participar en “juegos” sádicos con el único propósito de satisfacer su diversión. 

Lo mejor: Tal vez lo más difícil de escribir la sinopsis de este filme es que no encontré la manera de reunir todo el horror, desconcierto e incomodidad que causa verlo y ponerlo en un breve párrafo. Muy contrario a la primera impresión que puede dar, no abundan escenas sangrientas, violencia física, muertes detalladas, ni siquiera agresiones de índole sexual. Entonces, ¿por qué es catalogada por muchos como una de las películas más perturbadoras de todos los tiempos? Porque estos dos villanos atacan tanto a los coprotagonistas como al público de manera psicológica. Es cierto que hay una que otra escena en donde golpean y asesinan, pero son mostradas de forma muy implícita. El primer impacto psicológico que causa ver la película es la facilidad con la que los dos psicópatas imponen su dominio en una casa que no pertenece a la de ellos. La propia casa es el lugar en el que una persona se siente más segura y protegida de todo peligro, por lo tanto, causa un estado de paranoia ver que ni siquiera ahí se es ajeno al sadismo de otros.

Haneke juega con el deseo de justicia y complicidad del espectador al mostrar en los personajes Paul (Arno Frisch) y Peter (Frank Giering) que son conscientes de estar siendo vistos por terceros. A pesar del mal rato que este filme puede causar y de sentir que los minutos que transcurren en ella sean agónicos e interminables; podría ser beneficioso desligarse de la trama y apreciar los demás elementos que hay en ella. Si valoras una buena actuación por sobre todas las cosas, de seguro tendrás un sentimiento de amor-odio con el sádico Paul. Nunca necesitó de complejas armas o elaborados disfraces para llevar a sus víctimas a la desesperación, como muchos otros villanos del cine. Ni siquiera tenía una fuerza física extraordinaria y poseía una apariencia demasiado común y corriente. Pero le bastó con hacer uso de su dominio, ingenio, astucia y seguridad en sí mismo para tener a la familia bajo su poder. Hasta en las escenas en las que se le dificulta un poco la situación, nunca pierde el autocontrol. 

Si bien es cierto que Peter hace un gran dúo con él por ser igual de despreciable, compartir su cinismo y brillante humor negro no posee el carisma de este y su torpeza lo hace por momentos aborrecible. Es por eso que le otorgo el segundo lugar en actuación a la mujer de la familia, Anna (Susanne Lothar). De entre todos, fue a ella a quien más pareció haberle afectado la llegada de los dos individuos. Resulta sorprendente el cambio en su rostro a medida que acontece la película. Con cada escena que pasa va poniéndose más demacrada. Ya casi al final desaparece de ella todo rastro de cordura. Sin duda un cambio muy dramático. Si ya de por si todos estos acontecimientos son difíciles de digerir, lo que acaba por hacerlo desconcertante es la razón que lleva a los dos psicópatas a infligir daño a personas inocentes. Lo cierto es que no tienen ningún motivo, nunca sufrieron alguna clase de abuso ni guardan algún tipo de resentimiento hacia el mundo. Causan daño por causar. Con el único propósito de satisfacer su retorcida diversión. 

Lo peor: La muy comentada escena del control remoto. Lo fantasioso del acto contrasta enormemente con lo crudeza que caracteriza a esta obra. En realidad resulta complejo ponerlo en la categoría “lo peor” debido a que los fanáticos tienen opiniones divididas al respecto. Mientras algunos elogian la capacidad del director de manejar ambos componentes en una misma película, otros demuestran decepción al restarle credibilidad a la cinta. Valorar esta escena sea de forma positiva o negativa conduce a un fin subjetivo. Y depende de cada individuo concluir si es buena o no. 

Valoración: 4.5/5

Comentarios: 

Cuenta con un remake estadounidense del 2007. Dirigido por el mismo Michael Haneke y protagonizado por Naomi Watts, Michael Pitt, Brady Corbet, Tim Roth y Devon Gearhart. (Esta autora aún no se anima a ver dicho remake. A pesar de que le causa curiosidad, tiene miedo de echar a perder la imagen que tiene de la versión original).

La indumentaria blanca y psicopatía de Paul y Peter recuerdan a los famosos intérpretes de la película A Clockwork Orange.

Referencias: 

m.imdb.com/title/tt0119167/

m.imdb.com/title/tt0808279/




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