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Mostrando las entradas de septiembre, 2014

Feliz Cumpleaños

            Yo quiero mucho a Lancelot. Lancelot es mi mejor amigo y la persona que mas amo en el mundo. Yo daría la vida misma con tal de verlo feliz. Hoy es su cumpleaños número dieciocho y me pidió que lo ayudara a cumplir su deseo. Me puse el vestido blanco y negro que a el tanto le gusta. Quiero complacerlo, quiero darle el mejor día de su vida. Me emociono cuando me dice que me veo linda. También me dice que debo ser obediente y llevar el bate mientras el graba todo con su videocámara. Yo haré lo que me ordene. Corro emocionada hacia donde están celebrando su cumpleaños. El sonríe ante mi entusiasmo. Amo hacerlo sonreír. Llegamos y el me hace prometer que le daré el mejor regalo. Pensé que estaría su familia pero los únicos que están son algunos de nuestros amigos. Le pregunto dónde están ellos pero se limita a contestarme que duermen en el sótano teñidos de rojo. Lancelot me ordena golpear a nuestros amigos con el bate. Yo uso todas mis fuerzas para romper sus cabezas. Todos co

El segundo sentido

Esta mañana fui al cementerio a visitar la tumba de mi abuela. Le llevé sus flores favoritas, los crisantemos, y recé para que su alma descansara en paz. Cuando iba a irme un sonido molesto llamó mi atención y busqué de dónde provenía. A mi izquierda estaba un cuervo, que no paraba de chillar. Él se mantuvo mirándome fijamente mientras yo sentía un ligero escalofrío recorrer mi cuerpo. Me alejé del lugar a paso rápido con miedo de que el misterioso cuervo me persiguiera. Cuando salí del cementerio unas gotas de lluvia cayeron sobre mi cabeza. Una gran llovizna comenzó a caer en pocos segundos y yo gruñí de rabia porque no traía sombrilla. El agua estaba muy fría y causó que temblara de forma exagerada. Pensé que si me quedaba ahí contraería un resfriado así que corrí con rapidez para llegar a mi casa. Mis pies se llenaban de fango, el frío me estremecía y sentía un intenso dolor en las piernas que aumentaba. No soporté más y caí de rodillas al suelo con la respiración agitada. Un ruid

Acto demencial

     Corría con rapidez, corría hasta donde sus piernas llegaran. La fatiga amenazaba con atacarlo y dejarlo sin aire pero no pareció importarle. Lo que quería era encontrar un sitio en donde pudiera estar a salvo. En otras circunstancias no hubiera pensado que una casa inhabitada sería el mejor lugar pero ese no era el momento para pensar con certeza. Con prisa rompió lo que quedaba de puerta y entró a la habitación que pensó era la más apropiada: el baño. Una vez cerró la puerta pudo al fin respirar con alivio. Por primera vez en todo ese rato pensó en cómo fue que llegó a ese extremo.                Esa razón tenía nombre: Meredith. Ella era una dulce y linda joven de cabello rojo y ojos azules. Siempre fue tan tímida, callada, frágil y fácilmente manipulable. Y él no podía creer cuanto había cambiado. Era casi imposible pensar que su estúpida ex novia se convirtiera en toda una psicópata. Ella ya había asesinado a una persona y no le molestaría volver a hacerlo. Mucho menos le

Extraña obsesión

De la infancia de Anguelique no se conoce mucho, sólo que no tenía padres y fue criada en un orfanato. A la edad de 11 años escapó del lugar después de varios intentos fallidos pero poco tiempo después la atraparon mientras deambulaba en las calles. A diferencia de las veces anteriores esa vez no tuvieron piedad de ella y la maltrataron de la forma más horrible y cruel que sólo una mente despiadada puede hacer. Sin embargo, poco tiempo después una numerosa familia quiso adoptarla luego de varias visitas que habían hecho al orfanato. El proceso se llevó a cabo bien y poco tiempo después Anguelique ya vivía en ese hogar y era miembro de la familia. La familia que la adoptó era muy rica y poderosa y planeaban realizar un contrato para tener un programa de televisión dirigido a niños en el que participaban todos ellos y se le ofrecía a ella la oportunidad de estar y ser la protagonista. Ella sin pensarlo mucho aceptó. Un año después el programa se llevó a cabo con exito, se llamaba: “An

Pacto

Lucy y Ginger eran unas hermanas de 16 y 7 años respectivamente. Pertenecían a la clase media alta pero sus padres habían muerto brutalmente unos meses atrás en extrañas circunstancias dejando a Lucy, la mayor de las hermanas con la herencia y el cuidado de su hermana menor. Ellas no tenían otros familiares aparte de sus padres por lo que debieron acostumbrarse a vivir solas.  El tiempo transcurría tranquilamente en la residencia de las hermanas pues el tenerse la una a la otra era más que suficiente para ser felices. Pero no contaban con que algún día Lucy sufriría de una enfermedad incurable que la obligaría a estar todo el tiempo en cama. Fueron malos tiempos para Ginger pues al ser muy pequeña se hallaba sin saber que hacer por su hermana ni a quién recurrir en su ayuda. Deprimida y desesperada buscó miles de libros en la biblioteca de su casa para ver si en alguno de ellos se hallaba la cura de la enfermedad de Lucy. Y fue entonces que encontró un extraño libro que trataba sobr