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Mostrando las entradas de enero, 2015

Sobre ciudades sin final feliz y maldiciones de generación en generación Capitulo 1: Recuerdos, dudas y fugas

A partir de ahora la historia sera narrada en tercera persona en lugar de primera como en el prologo. Tengo mucho que aclarar pero prefiero hacerlo al final del capitulo. Solo lean. ``````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````````` 9 meses después              No sabía cómo escapar de aquella pesadilla. Sus brazos y piernas estaban atados a la húmeda silla con demasiada cinta adhesiva y una mordaza cubría su boca. Siempre veía películas y series policiacas en las que muchas veces el rehén se libraba luego de realizar una serie de trucos. Le parecía tan fascinante verlo en televisión pero nunca pensó que algún día estaría en ese lugar. Las circunstancias eran demasiado diferentes a como pensaba que eran los secuestros. Primero porque no era un héroe experto en defensa personal acostumbrado a las situaciones de esa índole de forma que escapar de ellas se le hacía tan fácil como tomar un vaso de agua; él era un n

Final

Microcuento - ¿Quién está ahí? – Pregunto con voz esperanzadora aquel hombre de grotesco aspecto pero al voltearse se dio cuenta que estaba solo y lo que creyó era una voz que le pedía que se detuviera en realidad era la susurrante brisa. - Supongo que nadie vendrá por mí. – Dijo con lágrimas en los ojos y acto seguido saltó del séptimo piso.

Sobre ciudades sin final feliz y maldiciones de generacion en generacion. Prologo: Mi ultima caida al abismo

Esta sera la primera historia larga que publicare en esta pagina y espero que no sea la ultima. Esta introduccion es muy corta y apenas es una cuarta parte de lo que viene, pero aun asi el acontecimiento que se narrara a continuacion es muy importante para la trama. Sin mas que decir espero que les guste.    Sobre ciudades sin final feliz y maldiciones de generación en generación Prologo: Mi ultima caida al abismo  Lo más que me gusta de despertar antes de lo usual es quedarme minutos, tal vez horas, observando el amanecer que se cuela por mi ventana. En realidad, el cielo es lo menos que miro; desde donde duermo alcanzo a ver decenas de edificios gracias a que resido en el centro de la ciudad. Imaginar historias es mi recurso para olvidar la mía propia y eso lo consigo la mayoría de las veces al mirar los lugares en donde probablemente vivan personas. Preguntas como: ¿cuántas personas existirán por cada habitación que alcanzo a ver? ¿Habrá alguien allá afuera esperando po